jueves, febrero 11

Carta a Woody Allen

Este mismo jueves, el maestro Rodolfo Braceli presentó su último libro en Mar del Plata, "Perfume de gol".
A modo de adelanto, este fabuloso texto de Braceli, al momento de solictar una entrevista con Woody Allen. Entrevista que, según me adelanto en una conversación mantenida, aparecerá a lo largo de este año en su libro "Escritores descalzos".
Parte de la charla que mantuve con el maestro, se podrá leer en los próximos días en este lugar, por ahora sólo este anticipo.

Carta a Woody Allen

((( El siguiente texto es una carta dirigida a Woody Allen, digamos, un recurso periodístico tratar de conseguir un reportaje de los llamados “imposibles”. La entrevista fue concedida, el 14 de 0ctubre de 1990. )))

“Me llamo Rodolfo Braceli. Aprendí a respirar hace casi 50 años. Tengo entendido que sé leer y escribir. Me gustan las películas de Bergman y Wajda y Resnais y Fellini y, usted no va a creerme, las suyas… Bajito de estatura, podríamos decir que soy un enano bastante alto. Tengo pies planos, para desgracia de las hormigas. He perdido casi todo el pelo; y no lo encuentro. Soy miope, y más bien narigón. Sin mis anteojos, mi vida no tiene sentido… Soy un desguarnecido, un auténtico desgraciado, las mujeres que se acercan a mí se transforman en mis madres. Yo soy, entonces, un bebé de pechoS, y muy hambriento. Si hay una baldosa floja en la vereda es seguro que la piso. Si hay una evacuación canina también la piso, con exactitud. Mi timidez es colosal; aunque no sé si lo mío es timidez o es alergia. Probablemente sea alergia, porque que cuando encuentro con gente alegre y feliz empiezo a estornudar como loco. Con Dios tengo mi rollo: a veces lo escribo con minúscula, a veces con mayúscula, a veces con acento. Creo en Dios cuando duermo y me vuelvo ateo cuando despierto. Siempre duermo con la luz prendida. Y mi magro sueldo se me va en pagar la cuenta de la electricidad. Creo que la razón fundamental de los grandes fracasos es el mal aliento. ¿Le dije, Woody, que soy un desgraciado? Me quedé corto: nunca gané en nada, nunca. Una vez corrí una carrera de cien metros yo solo: salí tercero segundo. Me ganó mi sombra, porque tenía el sol atrás. Soy un extraordinario perdedor. Un fracasado nato. Escribo poesías en los días impares pero tengo la amabilidad y la decencia de quemarlas en los días pares. Algo más: una vez tuve una idea... tuve una idea ¡y perdí el conocimiento! Pese a mis abundantes imperfecciones y carencias, señor Woody Allen, yo quisiera hacerle un reportaje.”

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