viernes, marzo 12

Dosis de Mafalda

Robots: ¿otra amenaza para el oficio periodístico?

Las computadoras escribirían solas imitando el clásico estilo de las crónicas. Un nuevo software ideado en la Universidad de Northwestern, bautizado Stats Monkey, compila datos automaticamente sobre un evento elegido por el usuario humano.

Desde hace décadas se está dando en el mundo una tendencia que hace que los empleados sean reemplazados por robots. Si los periodistas se creían a salvo de este tipo de desventuras, se equivocaron. No tienen más que visitar Evanston, en el estado norteamericano de Illinois, y ver cómo prueban un sistema que podría reemplazarlos dentro de no mucho tiempo. El sistema se encuentra detrás de una red de computadoras, que pertenecen al laboratorio de información inteligente (Infolab), instalado en el campus de la Universidad Northwestern.

Para activar este sistema, bautizado Stats Monkey, basta con que un humano le indique qué tema debe cubrir. Una vez activado, si se tratara por ejemplo de un partido de béisbol, el sistema comienza por cargar las tablas numeradas que publican los sitios de Internet sobre las ligas de béisbol y se dedica luego a recoger la información en crudo: tantos, acciones individuales de los jugadores, estrategias colectivas e incidentes, entre otras. Procede luego a clasificar toda esta masa de informaciones y a reconstruir el desarrollo del partido.

Extrae su vocabulario de una base de datos que incluye una lista con frases, expresiones habituales, figuras retóricas y palabras usadas con frecuencia por los periodistas deportivos. Redacta luego un artículo, sin errores gramaticales ni de ortografía.

Es capaz de redactar varias versiones o de armar dos notas con el punto de vista del equipo victorioso y del vencido. Puede buscar en Internet fotos de los principales jugadores. Y todo eso en dos segundos, por cronómetro.

Stats Monkey fue imaginado por Larry Birnbaum y Kris Hammond, profesores de la universidad, que son especialistas en inteligencia artificial. Su creación fue luego confiada a John Templon y Nick Allen. "Los artículos escritos por esta máquina están muy cerca de los despachos deportivos de Associated Press, que los diarios reproducen muchas veces tal cual están redactados", dijo Allen.

Hay una versión comercial de Stats Monkey que pronto estará accesible on line. Infolab tiene la intención de adaptar Stats Monkey a otros deportes. Espera incursionar también en las finanzas y la bolsa -ámbito en el que se utiliza una cantidad bastante limitada de expresiones habituales-.

"Nuestro objetivo es facilitarles a los periodistas herramientas que les permitan deshacerse de las tareas más repetitivas y menos interesantes. Podrán disponer así de más tiempo para otras misiones más nobles, como investigaciones, análisis y grandes reportajes" concluyó Kris Hammond.

Por: LE MONDE. ESPECIAL PARA CLARÍN.

Chile: La oportunidad de Piñera

Sebastián Piñera asumió la presidencia de Chile. Las consecuencias del terremoto que devastó al país, lo obligarán a cambiar prioridades y modificar su programa de gobierno. Según una encuesta el 59 por ciento de los chilenos espera un buen gobierno. Pero las principales dudas están puestas en la idoneidad de un gabinete compuesto mayoritariamente por empresarios sin experiencia en la gestión pública y en el desempeño de funcionarios que fueron hasta hace poco socios de empresas cuya responsabilidad civil está comprometida por daños causados a terceros tras el terremoto.

Horas antes de su asunción, Sebastián Piñera jugó al fútbol con Evo Morales. Ambos aseguraron que fue un gesto que representó la unidad entre Chile y Bolivia - APEl traspaso de mando fue austero y empañado por las circunstancias actuales del país tras el feroz terremoto del pasado 27 de febrero y en medio de réplicas y alerta de tsunami. Sebastián Piñera, un empresario multimillonario, asumió el poder de la mano de una alianza de derecha que ganó en las urnas por primera vez en más de medio siglo.

Atrás quedan los 20 años de gobierno de la Concertación, el conglomerado de partidos de centro y de centroizquierda que llevó a Chile a asumir una posición de modelo en América Latina por su desarrollo económico y social, más allá de los déficit que quedaron en evidencia tras la catástrofe.

"Llegó el momento de no olvidar a nuestros muertos, nuestras víctimas y nuestros desaparecidos, pero sí a secar las lágrimas y a empezar con toda la fuerza del mundo el proceso de enfrentar la emergencia", declaró Piñera esta semana.

Sus cuatro años de gobierno estarán marcados por las consecuencias del terremoto, que lo obligarán a cambiar prioridades y modificar su programa de gobierno. La recuperación del aparato productivo y la reconstrucción en las zonas afectadas serán la primera tarea a enfrentar.

“Si antes no teníamos un minuto que perder, hoy día no tenemos un segundo que perder. Nuestro país ha demostrado siempre una capacidad inquebrantable de volver a ponerse de pie y estoy seguro de que Chile va a salir fortalecido”, aseguró.

El 17 de enero pasado, el empresario venció en segunda vuelta al demócrata cristiano Eduardo Frei centrando su discurso en la necesidad de un cambio político tras 20 años de Concertación. Entre sus promesas estaban dar un bono extraordinario de 80 dólares para familias de bajos recursos al comenzar el ciclo lectivo, crear un millón de empleos, construir hospitales y combatir la delincuencia.

Pero además de abandonar estos proyectos, Piñera podría aprovechar la situación de emergencia que vive una parte del país para apelar al consenso y a la unidad y acallar al mismo tiempo los seguros reclamos de sectores que lo combaten, como los maestros, los sindicatos o los estudiantes.

En ese sentido, ya antes de asumir, Piñera -cuarto hombre más rico de Chile con una fortuna de aproximadamente 2.000 millones de dólares- fue blanco de críticas por la conformación de un gabinete y el nombramiento de intendentes (gobernadores) y autoridades regionales casi exclusivamente ligados a la economía. La experiencia política de estos nuevos funcionarios es escasa: de los 22 ministros, solamente dos son miembros de Renovación Nacional (el partido de Piñera) y otros cuatro de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI).

Entre sus ministros destaca además el sesgo empresarial y el conservadurismo, con muchos de ellos vinculados a los sectores ultra de la iglesia católica, como el Opus Dei. Entre los intendentes destaca Fernando Echeverría, que quedará al frente de la Región Metropolitana de Santiago pese a ser ni más ni menos que el ex presidente de la Cámara de la Construcción y un empresario del ramo. Echeverría es socio de una inmobiliaria cuyos edificios sufrieron daños estructurales con el terremoto.

“La designación a cargos públicos importantes como el de intendente, recaída en personas que fueron hasta hace poco ejecutivos o son socios de empresas cuya responsabilidad civil está comprometida por daños causados a terceros a raíz del terremoto, constituyen una alerta temprana para la ciudadanía sobre el hecho que aquí hay un test de responsabilidad y transparencia para el gobierno en los próximos meses”, escribe en un editorial el diario online el Mostrador.

Pese a todo, según la encuestadora Adimark, el 59 por ciento de los chilenos dijeron en un sondeo que esperan un buen gobierno de Piñera, quien podría sacar provecho de la situación excepcional que vive el país tras el sismo.

Después de recibir la banda presidencial, Piñera quiere viajar a Constitución, una de las ciudades costeras totalmente arrasadas por el terremoto y posterior tsunami. Allí, junto a su gabinete, anunciará las primeras medidas del plan “Levantemos Chile”.


www.observadorglobal.com

miércoles, marzo 10

Internet les gana a los diarios

Por Roberto Guareschi

Internet pasó a los diarios y a la radio. En Estados Unidos, Internet ya es la segunda plataforma elegida para obtener noticias: sólo le gana la televisión. Los datos corresponden a Estados Unidos y son el resultado de una vasta encuesta hecha por el Pew Research Center. ¿Previsibles? Sí, pero confirman cuán fuertes e irreversibles son los cambios en el territorio del periodismo y sugieren cómo puede ser el futuro allá y acá.
El ranking es: 1) televisión local, 2) televisión nacional, 3) Internet, 4) radio, en casa o en el auto, 5) diario local, 6) diario de alcance nacional.
El avance de Internet es disruptivo. Más importante que desplazar a los diarios es que está modificando toda la ecología mediática: se acaba la lealtad exclusiva con una plataforma. Fíjense qué fuerte es la tendencia:
* Casi todos los norteamericanos usan varias de aquellas plataformas todos los días y casi la mitad consulta entre cuatro y seis.
* Sólo 7% usa una sola plataforma.
Y miren qué pasa con los recalcitrantes:
* Los que sólo quieren fuentes off line apenas superan un tercio.
* Los que sólo quieren Internet para noticias suman un magro 2%.
Que unos se vayan extinguiendo y otros sean insignificantes parece coherente con que el nuevo consumidor de noticias es voraz y activo y no excluye ninguna plataforma.
Ahora, cuando el consumidor de noticias ingresa a Internet tiende a acotar sus elecciones, quizá porque está en un territorio inabarcable: el 57% consulta de dos a cinco sitios de los miles y miles disponibles; el 21% consulta solamente uno, y el 11%, más de cinco. La gran mayoría (65%) no tiene un favorito. También se acaba la fidelidad exclusiva a una publicación, a una marca.
El mundo del periodismo cambia y se fragmenta. Algunos datos de la encuesta indican que esto se profundizará: “En este nuevo ambiente multiplataforma, la relación con las noticias deviene portátil, personalizada y participativa”.
Portátil: el 33% de los usuarios de celulares acceden a noticias con sus teléfonos (más de 70 millones de personas). Aparece el usuario permanente. Esta es una tendencia que sólo puede crecer, a medida que los celulares y otros aparatos portátiles se hacen más poderosos.
Personalizada: el 28% de los usuarios de Internet (más de 60 millones) han configurado en su página inicial un menú con los temas informativos y las fuentes preferidas.
Participativa: Ocho de cada diez usuarios que se informan on line dicen que obtienen su información a través de e-mails o de posteos en medios sociales del tipo de Facebook o Twitter. El número es impresionante. La información periodística siempre ha sido una experiencia colectiva, un vínculo social. La gente se informa para conocer su sociedad, para poder participar, para tener de qué charlar. Pero Internet ha profundizado este rasgo al hacer mucho más fácil la comunicación y la multiplicación de las fuentes de información. Fíjense que para aquellos “ocho de cada diez” que se informan on line las marcas periodísticas son menos importantes que las recomendaciones de sus fuentes confiables: por ejemplo, sus amigos.
Algo más en el renglón de lo participativo: el 37% de los usuarios de Internet (84 millones) dice haber contribuido de alguna manera en la creación de noticias. Comentar, 25%; postear en medios sociales, 17%; etiquetar, 11%; crear material original, 9%; twittear, 3%. Está claro que el crear está por detrás de las otras actividades, pero el 9% de creadores originales puede ser algo extraordinario, según la calidad del aporte. Nada dice sobre esto el estudio de Pew. Pero sí revela una tendencia fuerte: el 44% de los consumidores de noticias on line prefiere los sitios que facilitan el compartir los contenidos.
Les recomiendo leer el informe de Pew (http://tr.im/QQx3). Es un excelente estímulo para que los periodistas nos hagamos preguntas.
¿Cómo involucro al usuario? ¿Cuán abierto estoy a su participación y cuánto la facilito en la práctica? Conozco a algunos periodistas de texto que no permiten comentarios a sus artículos; conozco a otros que los padecen mucho. Sólo unos pocos los disfrutan.
¿Cómo hacer hoy un periodismo para los celulares y no rebajarlo en el intento: podemos hacer algo más que títulos?
¿Cómo cubrir las necesidades de un lector que quiere tener libertad para elegir y facilidad para encontrar y compartir? ¿Cómo hacerlo con rigor, interés y profundidad?
¿Cómo hacer que todo esto sea económicamente sustentable?
¿En qué medida mi trabajo aprovecha estas realidades?
¿Cómo me preparo para esto?

www.robertoguareschi.com

martes, marzo 9

Elogio del hombre que desea

Por Hugo Asch

Los héroes argentinos son así, medio raros, inverosímiles, exótica mezcla de novela negra y teleteatro de la tarde. No son perfectos ni están llenos de virtudes improductivas; salvo su buen corazón, uno de los rasgos que mejor nos representan ante el mundo. Como el tener las mujeres más lindas, el dulce de leche, los cuatro climas, el río más ancho, la humildad de los grandes y a Dios, un compatriota más.
Repasemos. Cabral, sargento de solemnidad extrema a la hora de morir por el jefe; Falucho, el simpático negro oficial de Mitre; French y Beruti, dos pesados que la historia reconvirtió en delicados promotores de mercería; Bonavena y Gatica, célebres perdedores con altísima moral; el tamborcito de Tacuarí, niño batero malogrado por la vil metralla realista; Gardel, voz inmortal con amigotes conservadores y novias virtuales; Patoruzú, la versión digna de Ricardo Fort, y su padrino Isidoro, elegante, seductor, falluto, cobarde, simpático, vividor: el porteño perfecto.
Martín Palermo es más un héroe argentino que un mito posible. Maradona sí es un mito, más allá de cómo le vaya en Sudáfrica, por su increíble estatura de deidad pagana, la distancia ontológica que genera la genialidad, y su máscara trágica, más griega que de Villa Fiorito. Palermo no. Palermo es el muchachito de la película. El que pasa las de Caín, con suspenso y drama, pero al final salva a todos y se queda con la más linda. Es fácil identificarse con alguien así. Terráqueo, generoso, cumplidor, a veces un poco loco, un soñador. Es, quién podría dudarlo, el yerno que todas las madres argentinas querrían sentado a su mesa.
Como Maxwell Smart, provoca hasta piedad por su insólita torpeza y al rato, vaya a saber cómo, asombra con el lujo más impensado. Falla e insiste, sin falsos pudores ni detenerse en la duda, aquello que el pensador de San Miguel, Aldo Rico, llamó “la jactancia de los intelectuales”. Su amor propio es infinito. Siempre vuelve. Volvió de lesiones, tres penales errados en el mismo partido, del peor dolor de un padre, el ninguneo en los mundiales y las “sutiles” indirectas para que se retire de una vez y le deje paso a los más jóvenes. Martín Palermo, como el guerrero de Castaneda, nunca detiene su marcha. Primero fue Varallo, después Cherro, y que pase el que sigue. El hombre le hace honor a Baruch Spinoza, tan holandés como Van Gaal, que definía al deseo como “apetito con conciencia de él”. Tiene hambre y va por todo en la vida. Quiere dejar huella, un registro, una cifra. Lo bien que hace.
Lo de él es el aire. Tensar los músculos, estirar el cuerpo para elevarse, desacomodar al marcador y girar el cuello para impactar la pelota y darle dirección. Si todo va bien, pisará el césped cuando el grito estalle. Gol. La cabeza le funciona así; es un gatillo. Su arte tiene la fugacidad de lo letal. Será fiesta o lamento. Todo, o nada.
Cuando el equipo juega por abajo deambula ansioso, al acecho. Pivotea, calcula, amenaza. Pero lejos del gol queda expuesta su cintura de yeso, sus largas piernas tiesas como tablas. Su falta de plasticidad bien puede sacar de quicio al no iniciado. Jamás a los de Boca. Es que su lugar en el mundo es la Bombonera, ese corazón con tribunas, territorio hostil para rivales y pechos tibios de propia tropa.
Cuando empezó en Estudiantes, Russo, el técnico, prefería a Calderón. Desconfiaba de ese chico con tatuajes, aritos, tinturas exóticas y novia brasileña. Estuvo a punto de irse a Tucumán, pero enseguida empezó a hacer goles y así llegó a Boca. Fue amor a primera vista. En España nunca fue lo mismo. Villareal le trajo más malas que buenas y en Betis, pese a jugar con Joaquín y Denilson al lado, no tuvo suerte. Es en Boca, donde muchos tiemblan más que el cemento, donde es infalible.
¿Será que, como pasaba con Carlos Monzón, se lo ama por lo rotundo de sus números? ¿Cómo explicarlo sin ser obvio? Recurramos a los filósofos. ¿Por qué no? A ver, muchachos, olvídense por un rato de la cosa-en-sí, el sujeto y el cogito, dicho esto con todo respeto. ¿Qué onda Palermo?
Schopenhauer, con ese carácter podrido que tenía, lo habría insultado, furioso con esa estética vulgar, antes de rendirse ante su Voluntad infinita. Nietzsche aplaudiría su máscara dionisíaca y la aparente locura, pero lo indignaría su escasa poética. Hume, demostraría empíricamente que se trata de un tronco, pero de eficiencia extraordinaria en tanto la bola choque en alguna parte de su cuerpo para desviarse hacia la red. Husserl, entre paréntesis, diría que es un fenómeno. Heidegger celebraría su ser-para-el-gol. Sartre, le daría la libertad. Foucault primero lo aplaudiría; después, quizá ya no. Wittgenstein callaría. Derrida lo deconstruiría y Roland Barthes, después de leer su juego, decretaría “la muerte del goleador”.
Uf. Palermo los habría vuelto locos. También a ellos.

Para Diario Perfil

Buscando a aquel que uno fue

Por Bernabé Tolosa

Siempre resultan provechosos los días de vacaciones. No sólo porque uno pone al día su ocio, sino que, además, logra terminar o encontrar cosas que vienen de tiempo atrás.
En mi caso fue Papeles Inesperados de Cotázar y un poemario de Delmira Agustini, además de pasar algunos días en aquel pueblo donde mi críe.

Pensando en numerosos lugares donde hacía muchos años que no ingresaba, decidí ir a buscarme allí. Demás esta decir que no me encontré. Aquellos lugares ya no son los mismos y mucho menos Yo soy el mismo de aquel ayer. Pero valió el intento. Los recuerdos suelen ser un buen paliativo ante la ausencia de aquel que uno fue de chico.

Mi pueblo ha crecido bastante. Yo también. Pero algunos lugares siguen teniendo el mismo olor, las mismas sombras y esa misma facilidad de antaño para generar sensaciones.

No me encontré en mi escuela, en ese patio mío, en mi plaza. Tampoco me encontré en aquella esquina, en esa iglesia ni en ese zaguán. Tampoco estaba con ella, ni tampoco me vi por el boulevard. Ni siquiera en aquel beso.
Pero como dijo el Negro Dolina alguna vez, “el verdadero milagro no es encontrarse uno mismo, sino encontrar a alguien”. Y a muchos encontré en esos días, luego de algunos años. A muchos encontré, de aquellos que hacía rato quería hallar, pero no a todos. Lástima que no a todos.

Sinceramente fue maravilloso. Los distintos recuerdos generaron lágrimas. De todo tipo de lágrimas, desde las más tristes, hasta las más felices. La realidad de esos días, no sólo me trajo los deseos y decepciones del que fui, sino también esto que soy ahora. Siempre es bienvenido el recuerdo. Siempre nos hace crecer el poder ver aquello que nos pasó, aquello que nos hizo, sabiendo inclusive que no es lo original, sino como lo tenemos nosotros tatuado en el alma. Mi alma tiene tatuada en gran parte de su mapa, mi niñez y mi adolescencia en aquel Pueblo.