Por Bernabé Tolosa
Así comenzó diciendo el doctor Abel Albino, presidente de CONIN, «Cooperadora para la Nutrición Infantil», una entrevista. La definición es increible, sobre todo a la hora de ver como revertir la situación. Quizás sea más difícil revertir la tristeza que la desnutrición. Pero el trabajo que realiza el doctor Albino, demuestra que se puede.
Albino estuvo reiteradas veces en Mar del Plata, tuve la posibilidad de dialogar con él reiteradas veces también. Siempre fue un gusto. La sencillez no le quita profundidad. Y sobre todo una lectura de la realidad, que si muchos de los que deciden se contagiaran de ella, la historia en este bicentenario sería otra. Algunas reflexiones del doctor Albino para pensar y tratar de entender lo que nos pasa.
La CONIN es una Organización No Gubernamental con sede en Mendoza, que se difunde y extiende a través de Centros de Prevención en el resto del país y Latinoamérica.
¿Cómo revertir el tema de desnutrición hoy en día?
"Primero preservar el cerebro durante el primer año de vida, segundo educar ese cerebro y luego, si se pone gas, luz y cloacas en cada casa argentina tendremos una potencia en 30 años. Pero para eso hay que dejar de pensar en las próximas elecciones y empezar a pensar en las próximas generaciones".
“Es posible que algún día podamos solucionar este flagelo de la desnutrición, que es vergonzoso, miserable, es indigno que tengamos esto en la Argentina. Nos pasa porque no hay orden, no hay organización, se ha perdido mucho en el país, se ha perdido sentido común, se ha perdido amor al prójimo, se ha perdido patriotismo; en 1853 la Argentina no era nada y treinta años después era la séptima economía del mundo y la primera de América Latina, eso lo hicieron hombres, hombres como nosotros, con defectos, con virtudes, que cometieron errores pero que hicieron grandeza, que tenían cosas criticables, pero que tenían cosas admirables, todos tenían virilidad y tenían vergüenza”.
“Patria es el lugar legado por los padres, esto es mío también, tengo la obligación y también tengo el derecho de trabajar en mí país y que me dejen tranquilo, el que me quiera ayudar bienvenido y el que no que se haga a un lado, nosotros somos los adultos hoy en esta sociedad, las palabras conmueven pero es el ejemplo el que arrastra y tenemos que dar ejemplos, nos están mirando nuestros hijos, nuestros alumnos, nuestros sobrinos, nuestros ahijados, toda la sociedad tiene los ojos puestos en nosotros, somos los adultos los que tenemos que dictar las pautas, marcar los límites, estimular las pasiones, administrar los recursos y hay que hacerlo, creo que hay que terminar de una buena vez con la eterna guerra del hombre contra el hombre, que a mí personalmente ya me tiene seco”.
“Yo nos soy político, yo soy médico, la política o se la hace o se la sufre, yo nací del lado del sufrimiento, yo no hago política, a mí no me interesa, me interesa que se dé soluciones, no sé que sistema tenemos nosotros, pero yo no veo soluciones, no sé cual será mejor tampoco, yo necesito soluciones, voy y entro a un rancho donde hay dos chicos durmiendo en un pozo en la tierra tapados con perros, eso es lo que sé, ¿como quiebro eso yo?, ése es el asunto, ¿que hice yo?, Abel Albino para quebrar eso, yo veo las consecuencias de las malas políticas”.
“Ni se dan cuenta, no les importa nada, si están en otra cosa. Hace 17 años que hago exactamente lo mismo, hablo de lo mismo y digo lo mismo, sigo en mi consultorio trabajando, salgo a las 11 de la noche de trabajar, soy médico de niños, no tengo otra cosa, ni mi consultorio es mío, para hacer esto hipotequé hasta mi casa, pero ¿perdí?, no, ¿gané?, muchísimo: gané amigos en todos lados, gané reconocimiento en lo personal; hice convenios con dos gobiernos que me iban a pagar por los chicos internados, siempre me mandaron los chicos y nunca me pagaron, tengo 20 Centros CONIN ya, yo no vengo a hablar tampoco de la piel del oso que habría que cazar, yo hablo de la piel del oso que cacé, tengo el primer Hospital de Desnutridos de la República Argentina en Mendoza y el primer Centro de Prevención de Desnutrición del Mundo en Mendoza y ese Centro lo he replicado en 22 ciudades”.
“De nada sirve que alimentemos a un chico si lo devolvemos al ambiente hostil del que proviene, a los quince días estamos alimentándolo de vuelta. Dijimos: si queremos quebrar la desnutrición lo que debemos hacer es un abordaje integral de la problemática social que le da origen a la extrema pobreza, educación nutricional, educación para la salud, lactancia materna, jardín maternal, jardín infantil, estimulación temprana, escuela de artes y oficios, programa de educación agraria, lectoescritura para analfabetos, ropero familiar, club de padres, escuela para padres, documentación y legalización de la familia, alcoholismo, inmunización, eso es un Centro CONIN, el modelo es único en el mundo, ese es el hobby caro que tengo, a mí me gusta esto, yo hago esto en mis ratos libres”.
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