viernes, junio 11

Sudáfrica 2010: El mundo ya vive el Mundial

Tras años de expectación, casi 50 millones de sudafricanos empezaron a disfrutar de la primera Copa del Mundo en África. Sudáfrica ve en este evento la plataforma para codearse entre las grandes economías y convertirse en un imán turístico. El costo para hacer realidad esa ambición supera los 4.000 millones de dólares. "Este Mundial va a cambiar las percepciones que mucha gente tiene sobre África", dijo Greg Fredericks, el número dos del comité organizador. Pero el verdadero desafío sudafricano será no desperdiciar el impacto positivo de un torneo bien montado tras la final del 11 de julio.
El primer Mundial en África comenzó con una deslumbrante explosión de gozo, colorido y ruido, aunque también un dejo de tristeza.

Frente a una jubilosa multitud que no paraba de sonar las vuvuzelas (una especie de trompetas largas) en Soccer City, el espectacular estadio entre Johannesburgo y Soweto, cientos de bailarines africanos en intensos verdes, rojos y amarillos desfilaron por el campo en la ceremonia inaugural del torneo que se prolongará hasta el 11 del próximo mes.

La mayoría de los aficionados vestían camisetas amarillas de los "Bafana Bafana", el equipo anfitrión que jugaba contra México a continuación de la pomposa celebración.

Pero la euforia fue atenuada por la noticia de que Nelson Mandela, el ícono viviente de la lucha contra el Apartheid y ex presidente sudafricano, no asistiría a la ceremonia. Mandela, de 91 años, está frágil de salud y decidió no acudir después de que su bisnieta de 13 años muriera en un accidente automovilístico cuando regresaba a casa de un concierto que celebró el Mundial en la noche previa.

Varios otros íconos de la lucha contra el Apartheid en Sudáfrica estuvieron presentes, incluyendo la ex esposa de Mandela, Winnie, y el arzobispo Desmond Tutu, quien en cierto momento estaba bailando en su asiento al ritmo de la música.

El ex presidente de Sudáfrica F.W. De Klerk, quien compartió el Nobel de la Paz con Mandela por negociar y terminar con el gobierno minoritario blanco, también estuvo presente, dijeron los organizadores.

Otras personalidades incluyeron los presidentes de Sudáfrica y México, Jacob Zuma y Felipe Calderón, respectivamente, y el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden.

El acto no era propicio para aquellos que gustan del silencio. Muchos de los aficionados llegaron equipados con sus vuvuzelas, las trompetas de plástico que emiten un estridente, distintivo y atronador sonido.

Increíblemente, el barullo de las trompetas fue brevemente ahogado por el sobrevuelo de jets militares justo antes de que la ceremonia arrancara.

El maestro de ceremonias del evento suplicó al público que disminuyera el ruido de las trompetas para que la audiencia en la televisión mundial pudiera escuchar la música. Pero el pedido encontró una respuesta limitada.

Un elenco estelar que incluyó al trompetista sudafricano Hugh Masekela y el cantante estadounidense R. Kelley animó el acto. Los miembros del reparto mostraron enormes pancartas con las banderas de las 32 naciones participantes en el torneo, sosteniéndolas en alto mientras el espéctaculo terminaba con una explosión de fuegos artificiales.

Soccer City, con capacidad para más de 90.000 personas, no estaba lleno todavía para la ceremonia. Miles de aficionados estaban varados en medio del tráfico de las calles que conducen al estadio, adornadas con grupos de bailarines y jóvenes aficionados con la camiseta de la Bafana y por vendedores que ofrecían banderas sudafricanas.

UN HITO HISTÓRICO EN ÁFRICA
Nelson Mandela considera que este Mundial de fútbol es "uno de los mayores acontecimientos" en la historia de África. En una carta enviada a la FIFA, Mandela, de 91 años, dijo que el torneo es más que un evento deportivo. El ex presidente sudafricano sostiene que "simboliza el poder del fútbol para unir a la gente de todo el mundo, sin importar su idioma, el color de su piel y la persuasión política o religiosa".

El presidente sudafricano Jacob Zuma leyó la carta en un congreso de la FIFA efectuado el miércoles en Johannesburgo.

La Fundación Nelson Mandela informó que Mandela no recibirá visitantes durante la Copa Mundial de fútbol. Lo hizo a través de un comunicado en el que explicó que el carismático líder ha sido "inundado de pedidos de entrevistas y le será imposible satisfacer siquiera un porcentaje mínimo" de esas solicitudes.

UN CONCIERTO MULTITUDINARIO
El mundo se juntó ayer en Soweto para celebrar el fútbol, la música y la unión en la víspera del primer Mundial que se realiza en Africa, con un concierto en el que participaron Shakira y Juanes, Alicia Keys y los Black Eyed Peas, entre otras estrellas internacionales.

El veterano trompetista sudafricano Hugh Masekela arrancó con "Grazin' in the Grass", un éxito internacional de 1968. Rápidamente se le unió una nueva estrella local, Lira, con una versión de "Pata Pata" de la desaparecida Miriam Makeba, otro éxito mundial que se originó en esta nación.

Los Black Eyed Peas les siguieron con un hábil popurrí de sus éxitos, y luego le volvió a tocar el turno a Africa, con el dúo de ciegos Amadou & Mariam de Mali.

La colombiana Shakira, con los brazos descubiertos y una falda de estilo africano, causó furor al cerrar el espectáculo con broche de oro cantando el tema oficial del Mundial, "Waka Waka" (Esto es Africa), acompañada por un coro africano con coloridos trajes tras interpretar sus éxitos "She Wolf" y "Hips Don't Lie".

Los Tinariwen con turbante añadieron los sonidos de los nómadas del desierto de Mali a la mezcla. La multitud se movía al ritmo de la música de Keys, y bailó la toyi-toyi —la danza de protesta de la época del apartheid— cuando cantaron los BLK JKS, favoritos locales.

El rockero colombiano Juanes, con una chaqueta multicolor, presentó el sencillo de su nuevo disco "Yerbatero" ante los vítores del público.

Ningún concierto en un estadio lleno de estrellas estaría completo si no suben todos al escenario para un himno final. El del jueves fue la melodía "Everyday People", de Sly and the Family Stone, acompañada por fuegos artificiales.

Un eufórico arzobispo Desmond Tutu, vestido con los colores verde y amarillo de la bandera sudafricana, recibió el trato de un astro de rock mientras encabezaba a la multitud para vitorear a Nelson Mandela, de quien se considera logró asegurar que Sudáfrica consiguiera la sede de la Copa del Mundo.

Tutu también dio la bienvenida a los aficionados de todo el planeta que han venido al país africano para presenciar el evento más importante del fútbol mundial.

"Les damos la bienvenida a todos. Africa es la cuna de la humanidad, así que les damos la bienvenida a su casa", afirmó.

Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, había luchado por traer la Copa del Mundo a África. Hizo una breve aparición durante el concierto para hablar de 1GOAL, una campaña para mejorar la educación en las naciones pobres, que Shakira ha apoyado.

El presidente sudafricano Jacob Zuma, quien subió con Blatter al escenario, le agradeció a los sudafricanos por la bienvenida que le han dado a los hinchas del evento y los invitó "a mostrar su calidez por todo lo que dure el torneo".

www.elobservadorglobal.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario